…gente de paz, ábreme la puerta que ya es Navidad'... Después de estas fechas decembrinas ya sabemos de memoria como sigue este villancico; sin embargo en estos días, me suena más bien a puertas, pinta a curiosidad, muestra imaginación, implica valor, desafía a la flexibilidad, a la apertura; invita a explorar mas allá de lo conocido. Nino Bravo, dice en una de sus canciones; "yo pensé que el mundo llegaba a la cerca de mi casa hasta que salí de ella" - por cierto, dicen será un éxito, asi que no se la pierdan jejejejjeeje….-. Así que quién sabe?, a lo mejor puerta, es símbolo también de riesgos, de cambios, de posibilidades, de oportunidades, de exploración y/o de encuentros.
Hablando de puertas, recuerdo en un entrenamiento que di el año pasado, una de las actividades de apertura era tomar un objeto cualquiera de la mesa y reflexionar que relación tenía ese objeto con el entrenamiento que teníamos ese día; uno de los participantes tomo una pequeña caja que lleve este día. Lo interesante y porque hoy viene a la mesa es que el no abrió la caja, la dejo cerrada y compartió en su comentario, que esa caja pues, era tan misteriosa y oculta para él como lo que ese día íbamos a ver o más viniendo de la cartera de una mujer jejejejeeje.... buen punto! Sin embargo, lo que me impresiono, es que así somos algunas veces ante lo nuevo, cajas o puertas cerradas, hacen que nuestra mente lógica o nuestro ego, se lance a la batalla, tratando de protegernos ante lo nuevo; por lo tanto, prefiere inventar mil historias, recordar todas las malas vivencias que hemos tenido al abrir una puerta nueva, especular y mejor decidir dar un paso atrás, con tal de no salir heridos; por eso, nos corrobora lo que decían los abuelos o papas, ese dicho de “Mire, pero no toque”. Tocar la puerta es un riesgo... y si me abren? Y si no?, quien me abrirá? y si me gusta mucho lo que veo? Y si no? O el peor riesgo es no tomar uno?
Hablando de puertas, recuerdo en un entrenamiento que di el año pasado, una de las actividades de apertura era tomar un objeto cualquiera de la mesa y reflexionar que relación tenía ese objeto con el entrenamiento que teníamos ese día; uno de los participantes tomo una pequeña caja que lleve este día. Lo interesante y porque hoy viene a la mesa es que el no abrió la caja, la dejo cerrada y compartió en su comentario, que esa caja pues, era tan misteriosa y oculta para él como lo que ese día íbamos a ver o más viniendo de la cartera de una mujer jejejejeeje.... buen punto! Sin embargo, lo que me impresiono, es que así somos algunas veces ante lo nuevo, cajas o puertas cerradas, hacen que nuestra mente lógica o nuestro ego, se lance a la batalla, tratando de protegernos ante lo nuevo; por lo tanto, prefiere inventar mil historias, recordar todas las malas vivencias que hemos tenido al abrir una puerta nueva, especular y mejor decidir dar un paso atrás, con tal de no salir heridos; por eso, nos corrobora lo que decían los abuelos o papas, ese dicho de “Mire, pero no toque”. Tocar la puerta es un riesgo... y si me abren? Y si no?, quien me abrirá? y si me gusta mucho lo que veo? Y si no? O el peor riesgo es no tomar uno?
Preguntando se llega a Roma…. En hogar y de vuelta a las raíces, a la familia; veo como ha pasado el tiempo y aunque seguimos siendo los mismos en esencia, el tiempo no pasa en vano y hemos realmente cambiado; verme y verlos a cada uno en sus rutinas, sus pasiones, sus nuevos proyectos, sus responsabilidades, sus olvidos, sus hábitos, sus formas de decidir, de resolver, de decidir o no, de especular, de crecer; me hizo sentir que era como ver personas totalmente nuevas, nuevas personas y ritmos que me generaban curiosidad o sorpresa; solo sabía que parte de ellos seguían en el fondo muy, muuuy parecidas y la vez taaaan diferentes a mis recuerdos. Entonces comprendí que hace mucho que no compartía más de un par de semanas con ellos, entonces la rutina hace que por un momento nos dejemos llevar por la ilusión de creer que sabemos como es nuestra gente amada, es que te resultan taaaan 'conocidos' que es común dar por sentado, por sabidos, por entendidos cada uno de sus sentimientos, sus pensamientos, sus inquietudes, sus sueños y a la final sigues pasando tu vida, con muchas versiones holográficas de esa persona; es decir, la persona que es, la que cree que es, la que quieres que sea y la que realmente ves que es. Entonces, quien dijo que la física cuántica, fringe y los mundos paralelos no podían existir? jejejeje...
Y es allí, donde empiezan mis preguntas. Cuando aceptaremos en la piel el misterio que implica ese ser que tienes de regalo al frente? Como seguimos con los debería, no debería, tiene o no tiene, debe o no debe, cuando ni siquiera estamos en esos zapatos o sabemos lo que hay en su mundo? Como se empieza nuevamente a descubrir quienes son tus seres queridos? Como se le da paso a la posibilidad de dejarlos cambiar? Acaso, esos que hacen sacar lo mejor y lo peor de ti al mismo tiempo, no son parte de ti también y por ende darle una oportunidad, es dártela a ti también? Cuáles son las llaves que abren las puertas, de relaciones armónicas? O será que la mejor opción es solo aquella donde empezamos a preguntar?. Después de tanto tiempo, heridas y oportunidades de sanación, honrando a mi familia y de corazón agradeciendo todo cuanto me han dado, sin necesidad de demandar, ni luchar, ni controlar, solo con ganas de dejarme tocar y ser tocada por esos ojos que mueven cada espacio de mi alma; me pregunto, y que nuevas puertas hay que tocar para volver a encontrarnos verdaderamente? Como familias, como sociedades, como humanidad. ¿Serán las puertas de la incertidumbre?, de la flexibilidad? Las de la compasión y la empatía? Las del respeto? Las del genuino amor? a lo mejor las de la fe?. O como dice Katie Byron, lo que falta es ‘Amar lo que Es’?. No es positivo, negativo, solo opuestos, solo Es. Puertas diferentes? Viejas puertas? Nuevas puertas? o simplemente Puertas?
Son tan útiles y versátiles las puertas, si las cierras o las abres, te muestran como te protegen, como te cuidan, como te cierran o abren paso a lugares nuevos o viejos; te ayudan a decidir, te hacen confiar, te invitan a fluir o te pasman del miedo, te permiten marcan tu espacio y lo que te diferencia o une a otros; también te acercan a lo que buscas o te aleja de lo que ya no quieres, te pueden despertar la curiosidad o instalar el temor, te ayudan a observar o a darte cuenta del golpe, te invitan a estar atento o a vivir en el piso sin poderlas cruzar. Y solo cuando das te das la oportunidad de abrirlas o cerrarlas, te das cuenta de lo que te hacen reaccionar; a veces te aburren o te sorprenden, te intrigan o validas lo conocido, te pueden enseñar, o enamorar, o generar dolor, o sanación, en fin tan versátiles!. Las hay por ejemplo de sonrisas, que te atrapan y quieres tocar y entrar para ver que más hay; las hay de miradas que te intrigan y persigues hasta develar; las hay de sueños e infinitas maquetas, que te hacen salir del cascaron e ir a explorar mínimo una de ellas; las hay de palabras y letras que te inspiran y despiertan ese gusanito dormido llamado Vida; las hay de los retos que por más bajo que te hagan llegar, te impulsan a ser cada día la mejor versión de ti mismo; las hay de risas y momentos compartidos que hacen que cada día te entregues desde el alma; las hay de silencios que hacen que tu corazón palpite con solo abrirla y saber que están allí; las hay de logros y caídas que hacen que valores y te regocijes en tus avances y victorias, las hay de novedades, cuando los encuentros te sorprenden y hasta te dejan sin dirección, ni control, con solo el deseo de ver nuevamente a el Amor… Las Hay… Las hay también de lo opuesto, de lo ya vivido, de lo bailado que nadie quita, de lo que nos ha generado tristeza, decepciones, olvidos, rechazos, heridas, dolores, las de todos los colores y tamaños, sin garantías, siempre las Hay…. la pregunta es, en cuál de ellas estas adicto? enganchado?, cuál de ellas te pierdes por abrir las conocidas?, cuál de ellas eliges o ignoras? cuál de ellas te dejaría reinventarte? Cuál de ellas sería cálida? Buenamoza? Armónica? Puertas, que llevan de lo concreto a las posibilidades, puertas que llevan de lo total a lo especifico, de la inspiración a la vivencia; entre puertas y caminos vivimos, entonces que fue lo que encontramos? O que fue lo que perdimos? A que estamos anclados? O que es lo que nos liberaría? Estar del lado de la manilla es fácil, te hace sentir poder, pero tocar amerita valor y paciencia; Cuál es esa puerta que nos llama y no nos atrevemos a tocar? A cuál puerta estamos dispuestos a dejarnos llevar y acercarnos? Que puerta es esa, que ya es hora escuchemos, veamos, toquemos o atravesemos? En qué lado estas? Imagínate que pudieras hacerlo, a donde crees te puede llevar?
Algunos dicen que los Ojos son las ventanas del Alma, si es así, entonces donde están las puertas? Y por más que pregunto pareciera que cada quien tiene una clave de acceso particular, una llave de infinitas formas, o tan versátil que de acuerdo a la parte que necesites vivir específicamente en ese momento; así diferentes vías y situaciones abren o cierran puertas hacen que te puedas acercar a tu propia alma y/o a las de otros. De preguntas y respuestas, hay quienes dicen que la boca es una de las puertas; porque “si eres una persona verdadera y honesta, eres reflejo de tu alma y por lo tanto tu boca debería comunicar eso”, o que es la Boca ya que por allí “entra todo lo que hace que te alimentes y sale parte de lo que eres, lo que te acerca o separa del mundo”; en eso me di cuenta, que estas semanas que pase feliz de tía, estuve dirigiendo una campaña familiar bajo el slogan “Dile SI al uso de palabras mágicas”, Gracias, Por favor, Te Amo, Lo siento, Te veo, Buen día, Buenas Tardes, Con gusto, A tu orden; pues si la Boca! Ya que son esas las palabras mágicas y de sanación las que tienen el poder de abrir tooodas la puertas del mundo pero sobre todo las del corazón.
Mente y el cuerpo son partes indivisibles del mismo sistema…Entonces comparto que la comunicación es una de esas puertas, la comunicación como un todo, como un sistema, como la sinergia de todo tu cuerpo, tus gestos, tus palabras, tu frecuencia, tu tono de voz, tu empatía con otros, tu intensidad, tus movimientos, tu distancia, tus emociones, tu mente; todos ellos juntos, en eso que representa parte de lo que eres; es el todo lo que forma las puertas que abren o cierran el acceso a alguien; el cuerpo, el gran olvidado de estos tiempos, en su totalidad tiene las llaves de entrada o salida, o acaso cuando estás con esa persona que te gusta tanto, sin necesidad de hablar siquiera, no es el cuerpo mismo, el que te da permiso de tocar o abrir esas puertas que nunca sabes a donde te llevan?
Ese cuerpo y esa mente que forman el perfecto radar de nuestro crecimiento, que son de esas puertas que te llevan a acercarte más a ti de lo jamás imaginaste; esa mente maravillosa con nos permite conceptualizar, crear, imaginar, buscar, conocer, aprender, divertirnos, guardarnos en cajitas, seguir secuencias, innovar, desarmar, relacionarnos, asumir, reproducir las viejas experiencias, crear nuevas opciones, sanar sus creaciones, equilibrar, ordenar, descansar; esa mente que genera en continua producción pensamientos, recuerdos, posibilidades, patrones, creencias y valores que te dan el impulso para abrir, cerrar, curiosear, coquetear, desechar o buscar las puertas que se te presentan. Esa misma mente, que no sabe de opciones o ideas reales o ficticias, blancas o negras, positivas o negativas, buenas o malas, solo sabe que son opciones opuestas, que algunas generan una química y otras otra; a la final son solo eso ideas. Esa misma mente que con cada pensamiento impacta a tu cuerpo haciéndote sentir en expansión o contracción, apertura o cierre, frustración o emoción, fluidez o estancamiento, oscuridad o claridad, amor o temor, confort o autorrealización, inicios o finales, entradas o salidas, incertidumbres o control, riesgos o seguridad, cambios o rigidez, comunicación o especulación, valores o antivalores, libertad o prisión, osmosis o trabajo, metas o milagros, búsquedas o esperas, consciencia o evasión. Mente y cuerpo, armas de doble filo, puertas y que nos siguen recordando que son ellas partes indivisibles de un mismo sistema; puertas que abren o cierran tu alma y el alma de otros; puertas que te pueden inspirar a ir más allá de tus propias limitaciones, de tus propios cuellos de botella, de tus propios bucles; puertas que te pueden mostrar que todas las respuestas son validas, que es necesario des-educastrasnos para volvernos a reeducar, a re-crear, a reinventar; puertas que al explorarlas le estamos dando oportunidad a nuestros hijos y a nuestra tierra de construir algo diferente, algo genuino…. Solo recordemos, solo podemos dar aquello que tenemos, aquello que nos damos a nosotros mismos.
Mente y el cuerpo son partes indivisibles del mismo sistema…y solo juntos son las puertas del alma.
Hasta la proxima creencia...