Hace un rato me preguntaba cuál
era la mejor forma de empezar, y en ese instante me di cuenta que solo cuando
mis manos se mueven ya sea con las teclas o con el lápiz, es cuando realmente
empiezo a escribir, no importa cuántas veces mi mente me llevo de un lado al
otro; la mejor forma de empezar es sencillamente escribiendo, haciéndolo. Y
aunque una amiga me dijo, estas como Carlos Andrés Pérez y sus manos a la obra
jejejejeje, para mi Manos a la obra, me trae a la mente la imagen de un
director de orquesta, que con una mano va dirigiendo cada instrumento en un
tiempo perfecto y con la otra, va armonizando y acompasando cada uno y sus
diferentes ritmos hasta que ambas manos logran que la melodía deseada se
alcance. Manos a la Obra, me lleva a un momento de acción, donde ya es tiempo
de iniciar o cerrar algo; me lleva a un
tipo de urgencia donde ya es tiempo de echarle pichón, ganas o energía a eso
que queremos alcanzar, también me lleva a esas manos que ya saben lo que hay
que hacer, a esas manos que saben que es su deber cumplir lo acometido.
En esta nueva etapa de retorno
estudiantil, donde el vivir en una ciudad totalmente nueva se vuelve un reto, no
solo por el hecho de que estas en un solo lugar nuevo con una cultura nueva,
sino porque también me encuentre compartiendo a diario al menos siete
nacionalidades distintas, escuchando al menos el mismo idioma pero con más de
diez acentos, entonaciones, apreciando raíces, heridas e historias diferentes.
No solo fue volver a una vida de estudiante, fue casi como volver a una vida de
teenager, ya que además de encontrarme con que mis compañeros de clases tenían
en promedio tienen 22 años, me encontré viviendo en un ambiente familiar,
diferente al conocido por mi hasta entonces, con reglas escritas y patrones invisibles;
así que de entrada, mi llegada a Toronto, se convirtió en un Manos a la Obra también
diferente, porque más que salir a hacer, mis manos me sirvieron para tantear, me
ayudaron para expresar, me guiaron para percibir donde estaba, con quienes
convivía, que era diferente, que era igual y que necesitaba que mis manos
hicieran para poder disfrutar la experiencia. Manos a la Obra se torno más allá
que hacer, ya que el hacer no tiene sentido si no hay una dirección que seguir,
para mi implicó usar mis manos como un termómetro perfecto entre lo que mi piel
decía y lo que percibía a mi alrededor; implico empujar al ruedo mis propias
creencias y ponerlas a prueba, palpar mis miedos, recordarles la cara, sentirles el peso y reconocer el
límite, lo viejo, lo que ya no funciona para con esas mismas manos decirles
‘Basta!’ y esa misma acción, ese Basta me dio la libertad de escoger.
Cuando aparecieron las manos en
el camino de estas líneas, apareció en ingles la palabra ‘Handyman’, si
‘Handyman’ jejejejeje y para aquellos que saben lo que es, aunque les parezca
sencilla y hasta simplona, fue interesante empezar por allí!. A ver, según el
Diccionario de Cambridge, entiéndase literalmente por ‘handyman’, una persona
cuya habilidad con sus manos de reparar o hacer cosas relacionadas con el hogar
bien sea dentro de su propio hogar o como oficio, así, desde cambiar un
bombillo, arreglar una puerta, colgar un cuadro, pintar la pared, arreglar la
plomería hasta hacer comida; podríamos hablar de ‘handyman’ o ‘handywoman’ en
el caso de nuestro genero, y tiene sentido, si separamos las palabras tenemos
‘hand’ y ‘man/woman’, lo que sería la mano del hombre/mujer. Uhmmm, lo
interesante de este tipo de labores, según lo propone el idioma, es que, por ser
tareas tan especificas y metódicas requieren de una atención especial, es decir
si no eres cuidadoso con lo que estás haciendo, en este preciso y único
momento, podrías perder tu mano en el camino, bien sea desde herirte con un
martillo, quemarte en la cocina o cortarte con la sierra.
Sin embargo, esta palabra me
llevo a otro lugar; a recordar el poder de la mano, la mano tiene tantos significados
y así como implica habilidad para usarlas, atención o concentración cuando
estamos en plena labor, o técnica en
casos de minuciosas labores; también implica consciencia de todo lo que haces
con tus manos de manera automática. Por ejemplo con tus manos tocas, abrazas,
seduces y acaricias, a través de ellas la piel deja de ser eso que parece estar
fuera, se fusiona contigo y se convierte en cálido, el roce que solo unas manos
pueden sentir ya sea con un bebe, un niño, un amigo, una pareja, un hermano,
una madre o un padre hacen que tu mundo cambie. También con tus manos das y
recibes comida, flores, notas y hasta explicaciones cuando la lengua y el
idioma no alcanzan. Con tus manos escribes, sanas, enseñas, administras tus
recursos, cuentas, muestras, las usas de vez en cuando para orar, para
agradecer, para decidir. Con tus manos abres y cierras Negocios, acuerdos,
pactas palabras, mantienes relaciones. Con tus manos pones límites a lo que ya
no tiene permiso de estar cerca, incluso aquello que aunque no lo digas, sabes
que ya no puedes seguir permitiendo que pase en tu vida, como viejos hábitos
relacionados con comidas, ejercicios, pensamientos, trabajos, estilos de vida, dinero
o relaciones, sencillamente un Hasta Aqui! lo pones con tus manos y aún cuando
no lo digas enfrente de los involucrados solo está acción de tus manos generan
tanto poder que rompen cualquier habito arraigado. Lo que nos lleva a una creencia arraigada de
que poner límites te hace perder algo, pues si a lo mejor, pero que tal si esa
misma creencia la viéramos desde el punto, donde poner límites me da la
oportunidad de escoger y crear?
Con tus manos también sientes, a
través de ellas el agua se escurre y ellas pueden percibir más de lo que
imaginas; ya que siendo parte de nuestra piel y este el órgano más extenso de
nuestro cuerpo, no es raro que a través de nuestras manos podamos percibir la
historia de alguien, de un lugar y hasta de una país si tener que tocar todo,
solo extendiendo tu mano como lo hacemos cuando jugamos a las escondidas, cerramos nuestros ojos, nuestra boca y
tanteamos, allí podríamos con solo
extender la mano imaginarnos una historia, saborear los espacios, calibrar a
las personas y situaciones, sus emociones, sus vivencias; lo que nos activaría
el uso de la brújula más antigua, nuestro cuerpo! Entonces, cuando sabes cuáles
son tus miedos, cuando los invitas con tu mano a sentarse a tu lado, cuando
comprendes su esencia, entonces, puedes con tu mano empujar tus propios límites
y empezar con tus manos a explorar el espacio vacío que dejan los miedos, ese
espacio que te dice y ahora? Que quieres atraer, Ahora, con tus manos a
este espacio?
Manos a la obra, es también un
acto de fe, veía hace unas semanas a un surfista profesional que decía “Solo con
paciencia, la perfecta ola viene a ti”, por lo que mientras la ola llega, la
mano solo está allí, esperando el momento indicado, consciente de cada
movimiento del aire, del agua, de su corazón, de sus miedos, de todo dentro y
fuera de sí. Manos a la obra invita a ‘la consciencia del momento presente’ no
antes, no después, solo este momento, entre el teclado y yo, entre la música de
fondo y yo, entre el sonido de cada una de estas palabras y yo, entre el aire fuera
y dentro de mi, mis sentimiento, mi cuerpo y yo, solo eso me da la conciencia
para decidir cómo usar mis manos, si le escribo a quienes amo, si llamo a
quienes extraño, si dibujo a quien sueño o no, ya que las manos también matan,
también aprisionan, también controlan, también ahogan, también descuidan,
también destruyen, y hasta en la inercia también hacen todo eso; la pregunta es,
eres
conscientes de todo el poder de tus manos?
Manos
a la Obra, es un llamado al recuerdo de aquello que olvidamos con relación al
poder de nuestras manos, ya que por más que una de nuestras creencias sea
“tocar para creer”, con ellas también modelamos nuestros sueños en palabras,
bocetos, números, dibujos o movimientos antes de que se materialicen; con ellas sembramos y cosechamos, también
evitamos y evadimos, con ellas aprendemos y compartimos, también esperamos y
sentimos, con ellas también ovacionamos o matamos; como también callamos para
darnos cuenta que más allá de nosotros y nuestra realidad hay infinitas formas
de hacer lo mismo, con nuestras manos creamos creencias, modelamos nuestros
hijos, seguimos por lealtad a nuestros padres y son nuestras manos las que nos
dicen, con cada centímetro de nuestro cuerpo; si esa creencia es potenciadora o
no, para nosotros en este momento. Pero
cuando usamos nuestras manos para honrar lo vivido, para darle el lugar a los
nuestros, con lo que hicieron o dejaron de hacer, cuando nuestras manos rinden
reconocimiento a su historia, nuestra oportunidad de crecer comienza y la
lealtad a lo conocido, deja de tener sentido; allí está el reto, en estar aquí,
presente en tu vida, consciente de a quien siguen tus manos, lo que cargan,
para que ellas te ayuden a decidir, que es eso que ya no te pertenece? Entonces,
a quien se lo darías? Cuales son esos
miedos que es hora de decirles Basta? Como es ese nuevo espacio que quieren
construir tus manos?.... manos a la obra!
Los
dejo con Facundo Cabral y la letra de su canción “Estas Manos”, Porque la vida no es solo, Lo
que tocan nuestras manos!!
Estas manos arrancaron las
espinas
De la flor que te gustaba
Para que no lastimara a tu
mano
Estas manos
Y en un verano un momento
cualquiera
Y tirados en la arena
Con tu boca se encontraron
Estas manos, estas manos
Estas manos con las tuyas
levantaron
Una casa en la playa
Toda besos y ventanas
Estas manos, estas manos
Estas manos a la tierra
trabajaron
Y pelearon y gritaron
Por el pan de mis hermanos
Estas manos, estas manos
Estas manos las que alzaron
nuestro niño
Hoy callaron y lloraron
Cuando aquellas otras manos
Te besaron, estas manos
Estas manos de que sirven,
estas manos
Si las tuyas no alcanzaron
Justo ahora que duramos
Estas manos, estas manos
Pero un dia estoy seguro
O quizas ahora mismo
Estas manos tendran ojos
Para ver que aun vivimos
Por amor a lo que amamos
Estas manos
Y en honor a tu recuerdo
Extendiendo largo el brazo
Llegare con este canto
Tan delante de mi mismo
Que voy a alcanzar tu
espalda
Aunque tengas otra cara
Y otro nombre y otras manos
Porque la vida no es solo
Lo que tocan nuestras manos
Estas manos, estas manos