Esa era la frase más común que de niña usaba, Si Yo fuera..., así podía viajar con mi mente a un mundo lleno de posibilidades e imaginación sin fondo, un día era súper héroe, otro bailarina, otro cantante, otro doctora, otro enfermera, otro maestra, otro rica, otro princesa y otro era… y otro era… y otro era….. y sin esa necesidad de quedarme con uno, pasaba y dejaba uno y otro sin pensar. Si... cuantos de Uds. recuerdan esa época en donde solo bastaba con preguntar…Y si Yo fuera? Y pluuuuf como arte de magia, y aparecían tantos trajes como personajes disponibles en el que era fácil ser el villano, el mártir, el héroe o la doncella de la película en cuestión de segundos! No se en qué momento exacto deje de hacerlo, o en qué momento como niños nos decimos que esa tienda de nuestra cabecita no existe, y que en la vida solo existen ciertos trajes, a lo mejor esos trajes que veíamos en nuestros primeros héroes, nuestros padres. También recordé que esos trajes que usamos de grandes tienen una función positiva en tu vida, así mientras algunos nos protegen, otros sobrevivir, otros nos permiten avanzar, otros crecer, otros disfrutar; todos son perfectos para la vida que elegimos consciente o inconscientemente.
Causalmente mientras escribía sobre esto; tuve la noticia maravillosa de que voy a recibir unos días a mi sobrinita de tan solo tres añitos, la bella Chantal! , y mientras la disfrutaba tan encantadora y tan inocente y pura de esencia, la veía crear juegos de la nada; hablar como si estuviera usando uno de esos trajes, mover sus manitos en medio de la interpretación y libre para divertirse sin tener que quedarse con ninguno de ellos; y en eso mi tía me dice, iguaaaliitaaa a ti, así eras tu a esa edad… uhmmm.... ; le pregunte entonces, a qué edad fue que cambie? Y me dijo como a los siete u ocho; al rato recordé que precisamente es en esa edad cuando tu personalidad se termina de formar según algunos expertos, y solo luego de grande son esas vivencias de la niñez, la clave de tu crecimiento.
Pasada esa etapa, uno de los trajes que compre, es el que yo llamo “Controlcito”, es un traje que al ir creciendo se fue fortaleció hasta que lo pude ver y todavía me sigue mostrando parte del aprendizaje; este el tipo de traje donde creemos que la vida es una especie de tablero de control donde si pulsas un botón A se activaban cierto tipo de acciones o secuencias B y C; así llegas a creer por un momento efímero que tienes el dominio de todo. Lo positivo de este traje es que te hace sentir dueños de tus decisiones, tomar las riendas de tu vida, porque si no tienes el control tu, quien lo tiene?, y me acuerdo un chiste familiar, cuando nos preguntamos entre nosotros, como está todo? Todo bajo control! Y bajo control de quien?.... jejejejeje he ahí la diferencia!. Otra de las cosas positivas del traje “Controlcito”, es que te ayuda a tomar consciencia de que toda acción tiene consecuencias, de que cada botón tiene un propósito y una capacidad, es decir que no son eternos, llega un momento en que hay que ajustarlos o pierden su efecto. Uno de los puntos negativos de este traje, es el daño por agotamiento, aquí me acorde de una lavadora que tuve una vez, era tan automática que al dañarse por uso o abuso, su tablero de botones sofisticados se acabo la lavadora, entonces que importante es que todo sistema con “Controlcito”, siempre tenga la opción de manejo manual, ya que los botones no son todo y lo importante es funcionar. También, este traje nos invita en resistencia constante ante lo que pasa en nuestra vida, donde, o pasa lo que creemos “debe” pasar o me frustro, me enojo, me entristezco o me resigno; es un traje que cree que así funcionan todas las áreas de tu vida, la relación contigo mism@, con tu cuerpo, con tus metas, con tus padres, con tus trabajos, tus parejas, tus hijos, tus amigos, o relaciones.
Es tan fuerte este traje, que te preguntas, de donde viene? Y entonces, te das cuenta que pocas cosas en el mundo que te rodea usan control; el televisor, la lavadora, la nevera, el DVD, los aparatos de sonido, los autos, los aviones, los barcos, las computadoras; es decir, todo lo inventado por el hombre, ya que no encontramos botón para que el día se transforme en noche, para que la noche muestre la luna y las estrellas, para que la semilla germine, crezca y te dé frutos, para que sientas amor por alguien o nazca un bebe después de 9 meses. O donde está el control para el cauce de las aguas? Aun el hombre tratando de darle desvío, dirección o contención, el deslave que vivimos en 1999 en caracas, nos mostró que no hay control que puedas ejercer sobre las aguas.
Es tanto que este traje de “Controlcito” esta tan en contra de nuestra naturaleza, que uno de los sistemas más complejos y perfectos como lo es nuestro cuerpo está compuesto en más del 70% por agua, entonces cuando las emociones emergen y se desbordan, te das cuenta que no hay control que alcance, sencillamente allí están y tienen vida propia; también cuando las emociones toman mayor fuerza afectan a nuestro cuerpo con enfermedades que a veces no hay pastillas ni recetas que puedan controlarlas. Entonces qué es lo que podemos controlar o no? Que cosas están en nuestras manos o no? Quien más allá de ti puede “controlar”? o a quienes crees que puedes controlar? y cuando crees que controlas, que más obtienes?, o qué pasaría si el control real está en reconocer que no hay control que valga?
Si buscamos un poco más allá, el origen de la palabra Control, viene cuando en “la época en que los mercaderes venecianos crearon el sistema de contabilidad por partida doble -con sus registros de ‘debe y haber’, ‘pérdidas y ganancias’, ‘activo y pasivo’-, que perdura hasta hoy, solían utilizar dos rollos de papel: el deudor, que en el latín vulgar de la época llamaban rotulus ‘rollo de papel’ o de ‘papiro’, y el acreedor, que llamaban contrarotulus ‘rollo de verificación’. Este último nombre pasó al francés como contrerôlle, que más tarde daría lugar a contrôle, con el sentido actual de ‘inspeccionar’, ‘fiscalizar’ o ‘dominar’”¹. Y Cito palabra de origen griego que significa célula. Lo particular es que si lo llevamos a nuestras vidas, entonces este traje de “Controlcito” acaso haría las veces de un clon nuestro? alguien que trata de imitar nuestras células pero que en realidad no somos nosotros? en realidad sería un traje o máscara que tiene una función especifica y ya?; o es que un clon podría tener vida propia, tomaría la tuya como suya? Tendría ese clon luz propia o sería la sombra de su creador?Para la PNL² en sus creencias útiles dice, que “Todo comportamiento tiene un propósito y una intención positiva” gracias a este traje he crecido, he avanzado y me he estancado; gracias a él, me di cuenta que es parte de que es parte de mi hasta que me es útil, que lo puede tener caminando a mi lado por si un día lo necesito. Hoy lo reconozco, le doy un lugar y me rindo ante su presencia, cuando hablo de rendirme, me refiere a aceptar lo que es, lo que hay, aceptar las cosas como son, ni más ni menos; hablo de rendirme y entregarle el control a esa fuerza que está por encima de mí, al destino de nuestras familias, a mi propio destino, a Dios, a la Vida a la fuente creadora, me rindo y me abro a lo que me pertenece por destino, a lo que está más allá de mis ojos y en esos momentos donde creemos que somos los controladores, los tableros o los botones; me rindo ante el preguntar y escuchar. Me rindo ante un solo traje que me comprima, que me limite, me rindo…
Y si Yo fuera agua? Vería en el reflejo de lo que estoy viendo, el de mi propia imagen o el de otros? Me podría reconocer desde tu agua? Y si Yo fuera holograma, donde me proyectaría? me pudiera ubicar en otro punto?, Y si Yo fuera un árbol? Sabría que hay ciclos que se estacan de los controles y tiene tiempos perfectos? Y si Yo fuera el director de mi propia obra, que trajes nuevos usaría? Y si Yo fuera, imagen y semejanza de esa fuerza creadora, destino o espíritu, acaso rendirme sería igual a entregarme? Disfrutar plenamente, respirar, vibrar, bailar y aceptar que sus hilos misteriosos siempre guardarán una mejor opción para mi?. Qué crees tu que pasaría si te dices a ti mismo… Si Yo fuera … ¿?
²Programación Neurolingüística
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